-¿Cuánto tiempo llevas escribiendo? ¿Cuánto tiempo te ha llevado escribir esta obra?
Se escribe desde que se tiene el impulso de hacerlo. En mi caso desde la época de lo que entonces se llamaba el BUP. Quizá el haber tenido la suerte de conocer profesores que vivieran con pasión la literatura fue lo que ya me incitó a ello. No obstante, la dedicación completa a la literatura la llevo ejerciendo desde hace aproximadamente siete u ocho años.
Altas miras se ha escrito en un lapso de tiempo diluido ya que es un libro de relatos que se han ido confeccionando a lo largo del tiempo. La mayor parte de ellos durante mi trabajo en la Consejería de Justicia, en la Agencia para la Educación del Menor Infractor. Otra gran parte de los relatos, para terminar de dar volumen al libro, han sido escritos en el año 2023, con la intención de tener el libro listo para presentarlo en la Feria del Libro de Madrid de 2024.
-¿Qué es lo que más destacarías de tu libro?
De Altas miras destacaría el denominador común de los relatos. Todos ellos son sobre menores que están cumpliendo una medida judicial. Los protagonistas son jóvenes que, por diferentes azares y circunstancias de la vida, se han desviado del camino correcto que traza la sociedad. La mirada de los relatos pretende ser honesta; ni compasiva en exceso ni rigurosamente inmisericorde. Cada personaje es un universo en sí mismo; los hay crueles y los hay simplemente torpes; ingenuos y egoístas sin escrúpulos; víctimas de las circunstancias o tan solo sinvergüenzas. Una diversa tipología humana que permite ofrecer una rica variedad de ángulos y perspectivas diferentes; matices, aristas y claroscuros de vidas truncadas por los orígenes, por la sociedad, por la falta de oportunidades de estos jóvenes, o incluso por la falta de escrúpulos.
Considero que el libro tiene un valor añadido en cuanto a la actualidad que vivimos hoy día, sobre todo con la problemática de las bandas violentas juveniles. Jóvenes que no tienen miras de futuro más que el de juntarse con grupos delictivos que les hacen creerse más fuertes e incluso falsamente sobreprotegidos.
– ¿A quién va dirigido?
La intención del libro es sacar a la luz ese submundo que aparece oculto ante una sociedad burguesa que prefiere mirar a otro lado. Es mejor no mancharse con las cloacas de la sociedad y vivir tranquilo sin querer enterarse de que existe un extracto social que no ha salido ni saldrá nunca, en su mayor parte, de las escolleras. El libro, aunque redactado con un estilo distante e incluso frío, pretende adentrarse en una literatura reflexiva y psicológica que busca una conexión del lector con las experiencias y desafíos de la propia vida de estos menores condenados por algún que otro delito. Los relatos abordan tanto la multiculturalidad como una realidad social escondida o, incluso, el desamparo institucional.
Pienso que el libro es un apoyo para el diálogo social y cultural, tanto en el ámbito académico como educativo gracias al enfoque actual de historias juveniles en entornos urbanos, en centros de menores o en contextos de reforma social, con toda la visión polifacética que pueda generar.
-¿Qué te ha inspirado para escribirlo?
La inspiración viene de las propias vivencias reales, experimentadas en la época en la que trabajé para la consejería de justicia de la Comunidad de Madrid. El contacto directo y la convivencia diaria con esos menores fue el impulso principal para darles la oportunidad de ponerles voz. Sin entrar en el sentimentalismo ni en el victimismo fácil. Son relatos que se superponen y se entrecruzan con la única intención de sacar a la luz la complejidad de la experiencia humana. De jóvenes que nos revelan sus contradicciones en la vida, de una humanidad cruda y sin adornos que, incluso, puede llegar a avergonzarnos. Al fin y al cabo, todos y cada uno de los relatos no dejan de ser una velada denuncia social.
-¿Qué se va a encontrar el lector en tu obra?
El lector va a encontrar en esta obra personajes de corazón palpitante. Unos con una humanidad escondida y atenazada, otros viles y crueles. Son relatos que sacan a la luz la continua búsqueda de una identidad en un momento vital en el que los protagonistas, como jóvenes que son, aún no son capaces de sopesar. Todos y cada uno de los personajes que aparecen por las páginas del libro invitan al lector a adentrarse en un mundo de cruda humanidad, sin adornos, sin moralismo alguno. Le sumergen en las complejidades de la vida de estos jóvenes, en sus mentes difusas y confundidas y en algunos casos hasta trastornadas.
Título: Altas miras
Autor: F. Vicente Manjón Guinea
www.manjonguinea.com
